La red inalámbrica puede ser mejorada teniendo en cuenta algunas cuestiones sencillas...
La conectividad wifi de nuestro hogar e incluso en la oficina puede ser motivo de frustración constante para muchos de nosotros. Hay muchas formas de solucionarlo con extensores de señal o bien un mejor routers. Pero quizá no tengas que gastar dinero y puedas solucionarlo con un poco de artesanía y papel de aluminio.
En teoría, los router wifi de tu casa utilizan sus antenas (normalmente dos, pero los más básicos tendrán una o ninguna) para enviar la señal de forma indiscriminada a 360 grados a su alrededor. Si empleamos un material reflectante cerca de las antenas, podemos aumentar la calidad de la señal en direcciones concretas.
Primero deberemos situar el router en un lugar céntrico del hogar o más cercano a las habitaciones donde queremos una señal más fuerte. Lejos de armarios y despensas y si puede ser situado a media altura ya que si está muy bajo gran parte de la señal quedará eliminada rebotando en el suelo.
Si tenemos que ir más allá, empezaremos con las manualidades y a crear nuestros propios extensores reflectantes. Uno de estos materiales reflectantes de ondas electromagnéticas es el aluminio incluido en el papel homónimo que tenemos en la cocina.
La primera prueba podemos hacerla doblando varios trozos para crear un arco que envuelva parte de la antena y deje libre la dirección hacia donde queremos mejorar la señal. El aluminio bloqueará y rebotará parte de las señales cuando se dirijan en las otras direcciones. Una vez que notemos que mejora, podemos hacer algo más duradero con cartón o cartulina y envolviéndolo con un par de capas de papel de aluminio.
No obstante, podemos ir un paso más allá con un poco de ciencia. Investigadores de la Universidad de Dartmouth en New Hampshire crearon un pequeño algoritmo que nos diseña la forma tridimensional de un reflector wifi basándose en un plano de la casa y los lugares concretos donde queremos aumentar la señal.
Si bien el programa se llama WiPrint y aún no es público, podremos utilizar algunos de sus ejemplo. Un reflector en forma de “S” rodeando ambas antenas aumentará la señal en habitaciones situadas ortogonalmente a su posición. O bien otro con forma de V aumentará la señal en la dirección de su parte más amplia, y si le damos la vuelta creará una señal más fuerte hacia sus laterales.
Para que estos reflectores cumplan su misión hay que pensar en tu router como si fuera una persona gritando, la señal wifi fuese el sonido que sale de la boca y estos reflectores fuesen sus manos buscando que se oigan sus gritos lo más lejos posible.
Por último, puedes probar a cambiar el canal de emisión del router para emitir en una frecuencia ligeramente distinta y evitar interferencias con la señal de tus vecinos. Si vivís en un bloque de pisos seguramente convivas con docenas de redes wifi y el canal de la señal puede influir. Cambiar el canal de tu router en realidad es menos efectivo que los reflectores físicos, pero puede funcionar.
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